Un poco de historia

Sumérgete en la historia de nuestras casas rurales y descubre cómo estos antiguos fajinaderos, llenos de tradición, se han transformado en acogedores refugios en el corazón del Pirineo Aragonés. Un legado que conecta pasado y presente, ofreciendo a nuestros huéspedes una experiencia auténtica y única.

Cada casa tiene su historia, bienvenido a la nuestra

Fajinadero es el término que se utiliza en nuestra tierra para denominar un edificio adyacente a la era de trillar la mies, en el que se iba almacenando el cereal segado en los campos para posteriormente someterlo al trillo y obtener el grano con el que se haría la harina que proporcionaría el pan de la casa a lo largo del año. Durante el resto del año era el almacén en el que se guardaban los útiles de la trilla y otros enseres, así como la paja que se utilizaría para el consumo de los animales de casa durante el invierno. Este es el fajinadero de Casa Sancho, de ahí su nombre.

La casa. Un antiguo fajinadero convertido en alojamiento rural

Alejado ya de su uso tradicional, se tomó la decisión de reconvertirlo en un alojamiento enfocado al uso turístico. La era se convirtió en jardín, con un pequeño huerto para compartir con los clientes; se levantó el tejado y se hicieron ventanas para que entrara la luz, consiguiendo un espacio de dos plantas de 60 m2. En la planta baja hay un buen y amplio cuarto de estar, una amplia cocina complétamente equipada, y un pequeño aseo, así como una “sala de leer” con un sofa-cama por si en un momento dado se precisa. En la planta superior hay un amplio cuarto de baño y dos habitaciones dobles, una muy amplia con dos camas de 135 y otra normal con dos camas de 90. Emplazada en la parte alta del pueblo, rodeada del resto de eras y fajinaderos, disfruta de unas vistas inmejorables.

How we provide exceptional service

We go above and beyond to ensure every guest receives personalized attention and care.

Experience our warm hospitality

Our friendly staff creates a welcoming environment where guests feel at home.

El pueblo. Aragüés del Puerto

Aragüés del Puerto es un precioso pueblo del Pirineo aragonés, ubicado en el tercer valle pirenaico de la provincia de Huesca a partir de la muga con Navarra. Casas bien cuidadas, calles estrechas adoquinadas, con elementos arquitectónicos centenarios, ubicado en un altozano sobre el río Osia, disfruta de un entorno natural sobresaliente. Pueblo de escasos habitantes durante todo el año, con una actividad ganadera en declive, ovino y equino, cuenta con servicio de consultoría médica, tienda, casas rurales, así como un bar/restaurante con habitaciones y un complejo deportivo en las afueras, junto al río, que permite la práctica de diferentes deportes y ofrece servicio de piscina en la época veraniega.

El Valle. El valle escondido

Compartido con la localidad de nuestros vecinos, Jasa, recorrido de norte a sur por el río Osia, afluente del Aragón Subordán, dominado por el Pico Bisaurín en su cabecera, es el valle central del Parque Natural de Los Valles Occidentales, que se solapa con la Reserva Nacional de Caza del mismo nombre. Vegetación mediterránea en su parte baja que va dando paso a bosques de coníferas, pino y abeto y buena población de tejo, y caducifolios conforme avanzas por él y se va ganando altura, para llegar a la zona de vegetación alpina al fondo del valle.Variada fauna habita el valle. Con visitas esporádicas del oso, abundantes corzos se ven con frecuencia en los campos, los ciervos dejan sus marcas en los árboles y los jabalíes labran los campos.

El quebrantahuesos anida en el valle como el águila real y el buitre, el treparriscos se deja ver en alguna zona concreta y el azor te sorprende a veces en el bosque. La rosalía alpina te da sorpresas a veces, al igual que variados mustélidos, reptiles, anfibios, múltiples insectos te ofrecen una gran muestra de diversidad. Infinidad de posibilidades senderistas de todos los niveles recorren el valle, desde visitar el Ibón de Estanés o sin llegar a él, el Ibón Viejo y el Valle de los Sarrios, uno de los sitios más bonitos de los Pirineos, pasando por el Llano de la Mestresa o Paúl de Bernera.

Alcanzar la cima del Bisaurín con su impresionante panorámica sobre las montañas circundantes, atravesar el sinclinal de la Peña de Mediodía alcanzar la Peña Espelungueta, Maíto o el Cucuruzuelo son bonitas opciones de alta montaña. Senderos más accesibles recorren el valle como el de la Resiega, el del Canal, la vuelta al llano de Lízara con la cascada intermitente de la Chorrota, Tremuito con sus hayas, visitar Jasa por el camino que une los dos pueblos... el asador de Corralones y el Refugio de Lízara dan cobertura hostelera en la parte alta del valle, y los dos pueblos en la parte media. La pesca de la trucha en los ríos del entorno que en su momento fueron escenario del Mundial de Pesca a Mosca, la caza en la Reserva Nacional, el esquí de montaña, parapente, bicicleta de montaña y actividades alternativas como la micología, previa obtención de permiso, la ornitología, la entomología, etc. Abren el abanico de posibilidades de actividades a realizar.

Los valles vecinos. Riqueza histórica y natural de los valles que nos rodean

Nuestro valle está flanqueado por los valles de Echo al oeste y Aísa al este, el primero mucho más grande con cuatro núcleos de población, Embún, Urdués, Echo y Siresa, de sur a norte.

• Siresa destaca por su gran Monasterio románico de San Pedro y cuenta con diversos servicios de hostelería, hotel y restaurantes.

Echo es un gran conjunto urbano digno de visitar. Cuenta con ambulatorio médico con atención permanente, gasolinera, taller mecánico, panadería, hostelería abundante de alojamiento y  restauración tanto en el núcleo urbano como en el valle.

Urdués es un pequeño núcleo escondido en un valle lateral atravesado por su río, con vocación ganadera.

Embún es el núcleo más exterior del valle, con un pequeño museo del paloteau, que se alza sobre el río.

Al este el valle de Aísa tiene también cuatro núcleos urbanos; Sinués, Esposa, Aísa y la estación de esquí de Candanchú.

Sinués posee una de las mejores vistas del Pirineo, con atardeceres que tiñen las montañas de forma inigualable.

Esposa destaca por ser el punto de origen del queso de la zona.

Aísa es un bonito conjunto arquitectónico, bien cuidado , con diversos servicios de hostelería tanto en el pueblo como en el valle.

Candanchú es de sobras conocido por su estación de esquí que da proyección nacional al valle.

Más al oeste de Echo se encuentra el gran valle de Ansó queintegra dos municipios, el propio Ansó y Fago.

Ansó está incluido en el grupo de los pueblos más bonitos deEspaña cuenta con abundantes servicios hosteleros tanto en el núcleo como en el valle.

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¿Qué dicen los huéspedes de nosotros?

“Una experiencia increíble. La casa, cuidada al detalle, es cómoda y acogedora. Recoger lechugas frescas del huerto fue un toque especial. Los dueños son atentos, y la ropa de cama suave asegura un descanso perfecto. El entorno es ideal para desconectar. ¡Volveremos!”

Maruxa Hernando

18/08/2024

“Experiencia muy satisfactoria. Casa bonita, decorada con gusto y algunos muebles antiguos. Disfrutamos tardes tranquilas en el jardín. El pueblo, pirenaico y con un entorno privilegiado. Elena, la dueña, fue muy amable. Lo único negativo fue el clima. Repetiremos.”

Ramón Gil

5/09/2024

“La casa no solo es hermosa y perfectamente limpia, sino que también está en una ubicación ideal. Los anfitriones son encantadores y siempre muy atentos. ¡Un 10 absoluto!”

Sabine Wher

12/07/2024

“Un lugar maravilloso para desconectar. La casa es acogedora, impecable y está equipada con todo lo necesario. El entorno es espectacular, perfecto para disfrutar de la naturaleza. Los anfitriones fueron amables y siempre dispuestos a ayudar. ¡Sin duda, repetiremos!”

María López

2/08/2024

“Una experiencia increíble. La casa, cuidada al detalle, es cómoda y acogedora. Recoger lechugas frescas del huerto fue un toque especial. Los dueños son atentos, y la ropa de cama suave asegura un descanso perfecto. El entorno es ideal para desconectar. ¡Volveremos!”

Maruxa Hernando

18/08/2024

“Experiencia muy satisfactoria. Casa bonita, decorada con gusto y algunos muebles antiguos. Disfrutamos tardes tranquilas en el jardín. El pueblo, pirenaico y con un entorno privilegiado. Elena, la dueña, fue muy amable. Lo único negativo fue el clima. Repetiremos.”

Ramón Gil

5/09/2024

“La casa no solo es hermosa y perfectamente limpia, sino que también está en una ubicación ideal. Los anfitriones son encantadores y siempre muy atentos. ¡Un 10 absoluto!”

Sabine Wher

12/07/2024

“Un lugar maravilloso para desconectar. La casa es acogedora, impecable y está equipada con todo lo necesario. El entorno es espectacular, perfecto para disfrutar de la naturaleza. Los anfitriones fueron amables y siempre dispuestos a ayudar. ¡Sin duda, repetiremos!”

María López

2/08/2024

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